Como casi todo, esto se trata de educación, de formación, de interés. Es la única manera que veo para salvar la brecha digital existente entre generaciones.
Ha estado circulando por la red este vídeo de una madre que le dice a su hija «Ni Persicope ni hostias… Un tío con al polla al aire». Fuerte, ¿no?. El vídeo continua y la madre dice desesperada «no puedo más, es que no puedo más, con la mierda de los móviles, verás que pronto se te va a acabar todo».
Este caso se ha visto en la red, se ha convertido en viral. Pero, ¿cuántos otros casos parecidos se han dado sin saberlo?.
El vídeo en cuestión nos ha llevado a pensar a todos sobre lo visto. ¿Qué está pasando?.
Existe una clara brecha digital entre padres e hij@s. Nuestros menores se desenvuelven con mayor soltura y tienen mayores recursos a la hora de gestionar las tecnologías.
Imagino que probablemente esta madre cuando proporcionó el teléfono a su hija no era consciente de lo que conllevaba, de la educación previa necesaria.
Escribimos y hablamos de educación y formación a nuestros menores, de los nativos digitales, porque como titulaba María Lázaro su artículo «Los nativos digitales no nacen se hacen» surgido también tras este vídeo.
Totalmente de acuerdo contigo @marialazaro ? "Los nativos digitales no nacen, se hacen" https://t.co/KJJ6jZVcSE
— Estefanía de Régil (@ederegil) July 26, 2016
Pero… ¿Quién nos forma a nosotr@s, los responsables de formar?.
Vamos a guiarnos por el sentido común, y como padres igual que leemos revistas de los primero meses de nuestro hijo, o cómo hacerle las papillas debemos incluir en nuestra lectura el desarrollo adolescente y el uso de las tecnologías. Así podremos hacer menor o casi invisible esta brecha digital.
No se si estaréis de acuerdo conmigo, pero tengo la sensación que cuando uno es padre lee mucho y se informa en exceso incluso de los primero años de vida… Y luego, la lectura con respecto a la educación de nuestro menor va reduciéndose. ¿Por qué?. Tenemos que estar al día en prácticamente de todo.
Un amigo mío utiliza siempre ese dicho de, «small children, small problems. Big children, big problems». Entiendo de alguna manera que esto pueda ser cierto, pero tal vez más que «mayores» son más complejos, requieren más formación.
El uso de las Tecnologías es uno de esos «problemas» y debemos estar preparados.
En algún otro artículo mío ya lo he dicho, no es cuestión de prohibir sino de formar. Pero en este caso, debemos empezar por nosotros mismos.
Aprendes a poner la temperatura del agua para el baño ¿no?. Debemos aprender también el uso responsable de dispositivos e Internet.
Lo siento, tengo que decirlo. Nosotros también necesitamos educación y formación.
¿Eres usuario de alguna red? Confiesa, el número de seguidores te importan ¿a qué sí? . Pues vas un poquito torcido a mi modo de ver.
Recuerda que las redes son para interactuar y compartir con otras personas de intereses comunes. No son para medir nuestra importancia.
Por otro lado ¿sabemos que las redes llevan a contactos exponenciales?.
¿Conocemos lo que supone «subir» la foto de un menor a la red? ¿Somos conscientes de que entre otras cosas estamos creando su identidad digital, así sin comerlo ni beberlo.
Los primeros seguidores de nuestros hijos.
Sí, sí. Así como lo lees.
Si queremos acabar con esta brecha digital, tenemos que ponernos al día en el uso de las redes y herramientas que manejan. Ojo, que a veces estas van más rápido de lo que podamos abarcar.
Escuchar a nuestros hijos, amigos de nuestros hijos y estar al día, nos va a llevar al conocimiento de lo nuevo que no tengamos «controlado».
Sí, entra en Facebook, Periscope, Snapchat, Instagram… La que «pegue» en ese momento.
Y no con el fin de espiar o seguir a tu hijo, el fin principal es aprender a manejar la herramienta, saber qué tienen entre manos y poder acompañarles para su uso adecuado.
¿Conoces el caso de Burr Martin?. Este padre decidió tras ver una foto sexi de su hija en Instagram parodiarla e intentar evitar que su hija se exponga más de la cuenta.
Ahora sólo queda decidir qué vas a hacer tu.